La casa está construida en tierra colada, una solución eco-responsable que utiliza tierra local y aditivos naturales no tóxicos. Este material, menos rígido que el hormigón, permite la absorción de ondas electromagnéticas y reduce el ruido reverberante. La vivienda, con una superficie de 250 metros cuadrados, está diseñada para acoger a la familia Abatantuono en jornadas de bienestar junto al lago Mayor. Cuenta con una zona de spa y piscinas climatizadas, ofreciendo una intimidad visual casi total. Desde el punto de vista térmico, está concebida para funcionar por zonas y aprovecha los espacios de transición para minimizar las pérdidas de calor.